INCENTIVOS ECONÓMICOS AL PERSONAL
“Cuando la Corporación muestra su verdadero rostro”
Según el Código de Gobierno
Societario del NBERSA (algo así como la Biblia Corporativa), el punto 7.1
“Incentivos económicos al personal” define textualmente:
Los incentivos al
personal son establecidos anualmente por el Directorio en base a criterios
prudentes, de acuerdo a la legislación vigente, teniendo en consideración los
siguientes factores:
· El resultado general obtenido por el Banco.
· La contribución de cada unidad de negocio al
desempeño del Banco.
· El rol de la persona, su desempeño y el logro de
los objetivos asignados a sus funciones.
Podemos
analizarlo, yendo parte a parte.
“criterios prudentes” es una expresión que más
bien busca un impacto literal, que suene a reflexivo, estudiado, pero llevado a
la realidad nos muestra que el Directorio en su acción, expresa un CRITERIO DISCRIMINATIVO, PERVERSO, propio
de MENTES ARTERAS.
“legislación vigente”; la única, y superior, es
nuestra Constitución Argentina que dentro de lo normado en su Art. 14 bis
estipula, en lo relacionado con las leyes que deben asegurar al trabajador, “…participación en las ganancias de las empresas, con control de la
producción y colaboración en la dirección”
Que
sepamos, el Nuevo Banco de Entre Ríos S. A. JAMAS ha participado las varias veces millonarias ganancias
obtenidas a sus trabajadores desde que el Grupo Eskenazi Petersen se ha hecho
cargo de su gestión financiera.
Han
sido ingentes dividendos que han acumulado año a año, extraídos de la
ciudadanía entrerriana, cautiva comercialmente del Agente Financiero del
Gobierno, y logrados con profesionalidad y esfuerzo, coeficientes NUNCA verdaderamente reconocidos de los
empleados de la Entidad.
“considerar factores”; la legislación no se
considera con un juicio interpretativo de acuerdo a propio interés, sino que se
aplica. De los tres “factores” el
último nos certifica lo que resaltamos del criterio institucional; en buen
romance nos tratan de decir “el dinero es nuestro y lo pagamos si
queremos, y a quienes queremos”
Lo
ratifican en un párrafo más adelante del punto de marras antedicho “El monto definido para cada empleado, es
acordado entre las Gerencias de Área, la Gerencia de Recursos Humanos y el Gerente
General”
Un
contubernio que tiene la lógica bendición corporativa, desde luego, que no nos
debe sorprender compañeros.
Sí,
que nos debe agilizar la mente para saber muy bien cómo debemos desempeñarnos
laboralmente, de acuerdo a la consideración que tiene de nosotros esta
patronal.
Sí,
para desarrollar nuestras tareas de acuerdo a nuestra idoneidad, sin asumir
responsabilidades superiores gratuitas, en un marco de respeto de nuestro
esfuerzo productivo, ajustado a un horario de trabajo tal cual lo estipulado
por la legislación vigente, y nuestro Convenio 18/75.
Porque
la falta de personal es un problema de la Institución que debe resolver
urgente; y no debemos permitir nos lleven a una esclavitud encubierta, con una
extensión ilegal de nuestra jornada, y para ello cada cual debe realizar el
trabajo asignado, y no el cúmulo de tareas de varios compañeros porque así lo
quiere la Empresa.
Porque
el maltrato laboral, las amenazas, la falta de respeto permanente de muchos
altos funcionarios (y sus segundos y terceros), que se creen “patrones de
estancia” no lo podemos permitir más; no solo como un acto de sana rebeldía,
sino genuina expresión de un ser humano que tiene derechos como su dignidad, su
libertad de expresarse, y demostrar sus aptitudes laborales.
Y
es un no rotundo a exigencias irracionales que ponen en juego supremo a su
salud psicofísica, y hasta su vida.
Porque
tengamos muy en cuenta que atrás de cada uno de nosotros está una familia a la
que nos debemos, con quien incumbe compartir los momentos reproductivos de
nuestra vida, necesarios para que tengamos una existencia laboral sana, y que
nos permita alcanzar en un futuro una pasividad meritoria.
Todos
vinimos a ganarnos la vida en un trabajo, según un adagio popular, y no es
justo que en él la perdamos por la conducción ejecutiva de unos empleadores que
no tienen la mínima consideración por quienes le estamos permitiendo ser la
relevante entidad financiera que es el NBERSA.
Por
eso compañeros, como les hemos dicho siempre, no deben albergar en ustedes el
sentido de la discriminación que les quieren imponer; el análisis y la
expresión meditada de cada uno debe
hacerse hacia esta patronal que tiene muy en claro estimar a unos y depreciar a
otros, según su morboso criterio empresarial.
Esto
es traducible en un despreciable razonamiento de “divide y reinarás” que es la
línea de conducta hacia el personal que tiene la Empresa.
Y
que nadie se crea, de los que han recibido este “estímulo” (incluidos esos
segundos y terceros), que tienen la “consideración debida” de la “alta
gerencia”.
Quienes
sí consideramos la unidad de los trabajadores, y el principio sagrado de la
solidaridad, somos quienes los representamos como ASOCIACIÓN BANCARIA.
Somos
quienes los convocamos permanentemente a estrechar filas para hacer valer
nuestros derechos. Los que bregamos siempre por hacerles entender que un puñado
de monedas no es la paga al esfuerzo de un año, ni de dos, ni más.
Estos
cancerberos de la productividad a cualquier costo, enanos mentales que
“acumulan y no reparten”, no nos deben quitar los bienes más preciados que
poseemos como personas y trabajadores.
Cada
quien, en su lugar de trabajo, debe establecer su puesto de lucha sin decaer
jamás; si todos solidariamente comprometidos lo hacemos, ese día ha de llegar
en que no exista el agravio de un “incentivo económico”, sino el justo y cabal
reconocimiento que íntegramente nos merecemos.
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